De varias fuentes encontré la información anexa. Si de los mayores, como ya hemos visto, la violación a sus derechos laborales es práctica en algunos lugares, me pregunto, que protege a aquellos que se suponen no deberían estar trabajando, si no estudiando?
Que opinan?
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que la cantidad de niños que trabajan sigue siendo extremadamente elevada en todo el mundo; en particular, 73 millones de niños (más del 13 por ciento) del grupo de edad de 10-14 años son económicamente activos.
Con todo, la OIT advierte que estas cifras corresponden sólo a la parte visible del iceberg. En realidad, nadie sabe con certeza cuántos niños menores de 10 años trabajan, y tampoco existen estadísticas sobre el número de niñas ocupadas a tiempo completo en labores domésticas. No cabe duda de que si se pudiese contabilizar a estos pequeños trabajadores, el total de niños ocupados en actividades laborales en el mundo entero pudiera llegar a varios cientos de millones.
La mayor cantidad de niños trabajadores se encuentra en Asia, donde hay 44,6 millones de niños ocupados (es decir, 13 por ciento del grupo de edad de 10-14 años); Africa tiene la proporción más elevada, 26,3 por ciento, o sea, 23,6 millones de niños trabajadores. En América Latina, los niños de 10-14 años que trabajan son 5,1 millones, o 9,8 por ciento de este grupo de edad.
En México, 3.6 millones de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años de edad están trabajando de acuerdo al Módulo sobre Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE 2007). Lo anterior equivale al 12,5% de la población infantil de este mismo rango de edad. De ellos, 1.1 millones son menores de 14 años; es decir, no han cumplido con la edad mínima para trabajar marcada por la Ley Federal del Trabajo.
La Convención sobre los Derechos del Niño establece “el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”. El Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil reconoce que proteger a las niñas y a los niños requiere de respuestas integradas que incluyen empleos y trabajo decente para sus padres y medidas de protección social que les ayuden a mantener a las niñas y a los niños en la escuela.
LA EXPLOTACIÓN De los menores ha sido un sistema de producción similar al de la esclavitud, tolerado y admitido por diversas sociedades de muchos países. Tanto por los altamente industrializados con una economía importante, pero también y más señaladamente, por los países pobres o llamados del tercer mundo.
MIENTRAS Nuestra economía no crezca y la pobreza se siga enseñoreando en nuestros campos y nuestras ciudades, la explotación infantil no podrá desaparecer. Seguiremos siendo un país en donde su riqueza más valiosa, como lo es su niñez, seguirá siendo víctima de la pornografía infantil, el tráfico de órganos, la explotación en los tiraderos de basura, en los campos agrícolas, en los yacimientos mineros, en los mercados, en las centrales de abastos, en las maquiladoras y en la vía publica.
AHÍ TENEMOS Todos, un muy grave pendiente que resolver.
Con todo, la OIT advierte que estas cifras corresponden sólo a la parte visible del iceberg. En realidad, nadie sabe con certeza cuántos niños menores de 10 años trabajan, y tampoco existen estadísticas sobre el número de niñas ocupadas a tiempo completo en labores domésticas. No cabe duda de que si se pudiese contabilizar a estos pequeños trabajadores, el total de niños ocupados en actividades laborales en el mundo entero pudiera llegar a varios cientos de millones.
La mayor cantidad de niños trabajadores se encuentra en Asia, donde hay 44,6 millones de niños ocupados (es decir, 13 por ciento del grupo de edad de 10-14 años); Africa tiene la proporción más elevada, 26,3 por ciento, o sea, 23,6 millones de niños trabajadores. En América Latina, los niños de 10-14 años que trabajan son 5,1 millones, o 9,8 por ciento de este grupo de edad.
En México, 3.6 millones de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años de edad están trabajando de acuerdo al Módulo sobre Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE 2007). Lo anterior equivale al 12,5% de la población infantil de este mismo rango de edad. De ellos, 1.1 millones son menores de 14 años; es decir, no han cumplido con la edad mínima para trabajar marcada por la Ley Federal del Trabajo.
La Convención sobre los Derechos del Niño establece “el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”. El Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil reconoce que proteger a las niñas y a los niños requiere de respuestas integradas que incluyen empleos y trabajo decente para sus padres y medidas de protección social que les ayuden a mantener a las niñas y a los niños en la escuela.
LA EXPLOTACIÓN De los menores ha sido un sistema de producción similar al de la esclavitud, tolerado y admitido por diversas sociedades de muchos países. Tanto por los altamente industrializados con una economía importante, pero también y más señaladamente, por los países pobres o llamados del tercer mundo.
MIENTRAS Nuestra economía no crezca y la pobreza se siga enseñoreando en nuestros campos y nuestras ciudades, la explotación infantil no podrá desaparecer. Seguiremos siendo un país en donde su riqueza más valiosa, como lo es su niñez, seguirá siendo víctima de la pornografía infantil, el tráfico de órganos, la explotación en los tiraderos de basura, en los campos agrícolas, en los yacimientos mineros, en los mercados, en las centrales de abastos, en las maquiladoras y en la vía publica.
AHÍ TENEMOS Todos, un muy grave pendiente que resolver.
Sin duda alguna es un problema muy grande por resolver.... ¿Porqué trabajan los niños? Me supongo que lo hacen porque tienen una necesidad económica muy fuerte que los mismos padres no pueden resolver y por consiguiente consienten que los hijos trabajen... probablemente también es una cuestión de cultura... lo malo es, que mal encausado el niño, éste pude aprender que la violencia es un medio que puede ejercer y esto fomentará a la larga un pais más violento, por lo que el tema del quehacer de la niñez se convierte en un tema social que nos debe de interesar a todos: al gobierno, a la sociedad y a todos...
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